https://www.youtube.com/watch?v=f3JXOTeHdOk]

El 17 de diciembre de 2001, David Rubin y su hijo de 3 años volvían juntos a casa desde Israel cuando su coche se vio asolado por una lluvia de balas disparadas por terroristas.

“El coche se paró en seco”, recuerda David. “Íbamos carretera abajo. Giré la llave, pero el motor no arrancaba. ¡Y seguían disparándonos! Me di la vuelta para ver a mi hijo de 3 años, sentado en su sillita detrás de mí, y vi que sus ojos estaban abiertos y que respiraba. Parecía como si quisiera llorar pero fuera incapaz de pronunciar sonido alguno”.

Con la sangre manando de su pierna, David se dio cuenta de que no era el único herido en aquel coche. Un proyectil de Kalashnikov había atravesado por detrás el cuello de Ruby, a un milímetro justo de una muerte segura.

Milagrosamente, el coche arrancó, y David condujo como pudo hasta un hospital.

Tras dos años de operaciones, terapia postraumática y visitas a médicos que sirvieron para curarlos a los dos, David empezó a contar su desgarrador testimonio a personas de todo el mundo, difundiendo la verdad sobre lo que realmente está sucediendo en la Tierra de Israel y animando a otros a crear un futuro mejor para los niños israelíes.